El sistema digestivo: funcionamiento y enfermedades gastrointestinales
Sistema digestivo: explicación sobre sus funciones y órganos
El sistema digestivo no se trata de un largo túnel formado por tubos y bultos de diferentes tamaños por donde viaja la comida. Al contrario. La interacción sofisticada de los diferentes órganos garantiza que el cuerpo puede absorber nutrientes, vitaminas, minerales y agua y llevarlos exactamente a donde se necesitan. Incansables y altamente eficientes, las estructuras individuales trabajan para transformar la comida en energía. El sistema digestivo incluso se encarga de la eliminación de los productos que el cuerpo ya no puede usar. Por lo tanto, todo es mucho más desagradable cuando se trata de indigestión. Pero no hay razón para preocuparse, aquí te contamos cómo balancear tu digestión y olvidarte de las molestias gastrointestinales.
La digestión es trabajo pesado
El proceso que lleva a cabo el sistema digestivo comienza con la trituración de los alimentos que hace la mandíbula. La saliva que se libera comienza a digerir los carbohidratos y los prepara para la digestión. Se traga la comida y pasa al esófago, que a su vez la envía al estómago con un movimiento ondulante. La comida se mezcla en el estómago con ácidos que la descomponen. Si esto se hace lo suficiente, la parte inferior del estómago puede contraerse en forma de anillo y empujar la pulpa hacia el intestino delgado. Aquí es donde se da la absorción de nutrientes, mismos que se transmiten al torrente sanguíneo. Después de la travesía por el intestino delgado, que puede medir hasta cinco metros, llegamos al intestino grueso. Se elimina el agua restante y los componentes no digeribles se fermentan a través de microorganismos. Una vez que la comida ha pasado por el colon, el proceso digestivo ha terminado y solo se excreta la materia que no pudo digerirse. La importancia de este proceso complejo se vuelve aparente cuando se considera la red neuronal que se encarga de controlarlo. En total, hay más de 100 millones de células nerviosas en el intestino que dirigen las funciones gastrointestinales y facilitan la transmisión de toda esta información. El nervio vago, que también regula los latidos del corazón, coordina el intercambio de información entre el intestino y el cerebro. Es comprensible que cualquier interferencia puede dar como resultado síntomas gastrointestinales extremadamente desagradables.
Páncreas: el asistente de la digestión
¿Sabías que el páncreas no sólo produce la insulina sino que tiene un papel importante en la digestión? El páncreas produce enzimas digestivas que se encargan de descomponer grasas, proteínas y carbohidratos que se mezclan con bolo alimenticio en el intestino delgado. Cualquier alteración a las enzimas pancreáticas y es posible que estas sustancias no se descompongan adecuadamente y la absorción de nutrientes se vea afectada. Como resultado, bolo alimenticio que no se ha digerido correctamente pasa por el intestino grueso y da como resultado flatulencias y diarrea. Además, la falta de nutrientes puede resultar en pérdida de peso o anemia.
¿Por qué la digestión debe ser balanceada?
¿Sabías que el tracto gastrointestinal está en contacto constante con casi todos los órganos importantes, especialmente el cerebro? Este intercambio entre partes del cuerpo sucede sobre el nervio vago, uno de los más importantes del ser humano. En este canal, el estómago envía más información al cerebro que viceversa. Si se equilibra y estimula la digestión, se mejora la calidad de vida. Al mismo tiempo, y por desgracia, esto significa que: La indigestión puede alterar rápidamente el balance interno. El tracto digestivo enviará señales en caso de que esto suceda, usualmente a través de malestares y síntomas.
Para evitar que esto suceda, es importante mantenerse al pendiente del estómago y el intestino y equilibrar la digestión cuando sea necesario.
La indigestión no es algo fuera de lo común
Si sufres de problemas gastrointestinales al menos puedes estar seguro de algo: no estás solo. Más y más personas se ven afectadas por síntomas como calambres estomacales, inflamación, sensación de plenitud, flatulencias y náuseas.
Hoy en día se discute si el rápido incremento en síntomas se debe a las exigencias a las que se ve sometida la gente en el mundo moderno. También existe la sospecha de que un estilo de vida poco saludable y el estrés permanente desencadenan estos síntomas.
Si bien los síntomas gastrointestinales se tratan con facilidad, esto no modifica el hecho de que los problemas digestivos pueden ser extremadamente estresantes, además de limitar considerablemente la calidad de vida, especialmente si persisten durante mucho tiempo. Por lo general, los síntomas afectan y se agravian entre ellos, lo que resulta en una variada de malestares que ocurren de forma simultánea. A nadie sorprende, entonces, que los pacientes busquen alivio desesperadamente.
¿Cuáles son las causas de los síntomas gastrointestinales?
Encontrar qué se esconde detrás de un síntoma en particular no siempre es sencillo. Hay toda una variedad de influencias externas como estrés, presión emocional, viajes, cambios en los hábitos alimenticios y más; todo esto puede desencadenar problemas síntomas gastrointestinales.
Los síntomas típicos, tales como flatulencias, calambres estomacales, acidez o inflamación permanente, se asocian a diversos malestares en el sistema digestivo. Las posibles causas son:
- Nervios gástricos irritados o hipersensibles
- Músculos estomacales que se mueven muy rápido o muy lento (motilidad)
- Distribución incorrecta del ácido gástrico en el tracto gastrointestinal
- Inflamación de la mucosa gástrica
Si sufres de alguno o varios malestares gastrointestinales a lo largo de un período de tiempo, debes acudir con un médico, ya que pueden ser indicadores de un desorden digestivo como estómago irritable (dispepsia funcional) o Síndrome de Intestino Irritable.
Cómo prevenir los síntomas gastrointestinales
Puedes intentar evitar el dolor y el malestar gastrointestinal buscando el origen que desencadena esos síntomas. ¿Estrés? Redúcelo en la medida de lo posible con ejercicios de relajación para el sistema digestivo.
¿Hay ciertas comidas que tu cuerpo no tolera? Es hora de buscar un remplazo que te guste y te haga bien.
¿O se trata más bien de una dieta irregular? Para esto, hemos reunido algunos consejos generales que han ayudado a muchas personas. Influye en tu bienestar en términos de digestión.
Equilibra la digestión y no te desgastes: consejos y remedios caseros
Si sufres de dolor abdominal recurrente, sobre todo después de comer, intenta lo siguiente para balancear estómago e intestinos:
- Evita comidas muy grasosas
- Disfruta el café y las bebidas alcohólicas con moderación
- Las comidas regulares ayudan al tracto digestivo en sus tareas diarias.
Hay varias maneras de apoyar la digestión. Qué funciona depende de cada individuo. Inténtalo.
Relajación:
Tómate descansos de forma regular, no solo te relajarás sino que ayudarás a tu digestión.
Vida activa:
¡Sigue moviéndote para promover la digestión! La actividad física ayuda al bienestar general, incluyendo la digestión.
Toma agua suficiente:
El bolo digestivo se mantiene flexible y lubricado cuando tiene suficientes líquidos.
Equilibra la digestión y no te desgastes: consejos y remedios caserostraining: tips and home remedies
A pesar de todas las medidas disponibles para equilibrar el intestino y motivar la digestión, para muchas personas estos síntomas vuelven pronto o nunca desaparecen. Para tratar con éxito un estómago irritable o el Síndrome de Intestino Irritable, es muy importante saber que los síntomas individuales por lo general están conectados y pueden ocurrir a la par. El nuevo Iberogast®, con una combinación de nueve extractos de plantas medicinales, es un tratamiento integral de múltiples síntomas gastrointestinales. Esto ayuda a aliviar los síntomas de forma comprensiva y rápida, de modo que el sistema digestivo recupere su equilibrio.
Tus síntomas gastrointestinales
Desde la sensación de plenitud hasta los calambres estomacales, las flatulencias y las náuseas y el vómito: Si el sistema digestivo no está equilibrado, esto se manifestará a través de varios síntomas. La búsqueda de estos detonadores puede ser difícil: el estrés, los hábitos alimenticios y el estilo de vida son sólo algunos de ellos.
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